Las páginas 26 y 240 han sido parcialmente modificadas por el autor, para una mejor comprensión. ¡Actualiza tu libro mediante esta entrada!
.Inicio de la página 26:
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…El viaje estaba siendo tranquilo. Empezaba a caer en la cuenta de que se había convertido en un hombre de acción. Toda calma le inquietaba y no había en el mundo paz que pudiera reconfortarle, sólo hallaba treguas. Como ya no se mareaba, sintió la necesidad de hacer algo. Se decidió por dirigirse a la capilla para orar y meditar. –La oración precisa de la meditación y viceversa-, se decía.
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Su mano curtida y fuerte abrió la puerta. Aquella mano reflejaba vigor y trabajo, pero era también portadora de descanso y consuelo. Sus ojos negros y su pelo rizado delataban sus orígenes españoles. Tenía un cabello ensortijado, oscuro y cano, como un mar revuelto.
Su mano curtida y fuerte abrió la puerta. Aquella mano reflejaba vigor y trabajo, pero era también portadora de descanso y consuelo. Sus ojos negros y su pelo rizado delataban sus orígenes españoles. Tenía un cabello ensortijado, oscuro y cano, como un mar revuelto.
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Su nariz chata y sus orejas, que se escondían tras las olas y espumas de sus mechones, combinaban, al igual que el crucifijo, austeridad y belleza, si es que acaso no es lo mismo…
Su nariz chata y sus orejas, que se escondían tras las olas y espumas de sus mechones, combinaban, al igual que el crucifijo, austeridad y belleza, si es que acaso no es lo mismo…
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Era natural de Guadalajara, una ciudad que en tamaño más se asemejaba a un pueblecillo. La muy Noble y Leal Ciudad de Guadalajara de los Palacios fue llamada en otros tiempos, y qué tiempos… Sin embargo tuvo que abandonar su hogar tras la precipitada muerte de sus padres, cuya causa aún desconocía, para ser criado por su tío, el que fuera Obispo de Toledo.
Al salir de su habitación se encontró cara a cara con la figura mortificada y nerviosa de don Carlos…
.Era natural de Guadalajara, una ciudad que en tamaño más se asemejaba a un pueblecillo. La muy Noble y Leal Ciudad de Guadalajara de los Palacios fue llamada en otros tiempos, y qué tiempos… Sin embargo tuvo que abandonar su hogar tras la precipitada muerte de sus padres, cuya causa aún desconocía, para ser criado por su tío, el que fuera Obispo de Toledo.
Al salir de su habitación se encontró cara a cara con la figura mortificada y nerviosa de don Carlos…
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Final de la página 240:
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"A quien la lea:
No soy el hombre más propicio de mares y tierras, ni siquiera lo suficientemente compasivo para custodiar la Lágrima. De hecho sólo estoy seguro de tres cosas: una es que por muy mal dadas que vengan, siempre, siempre se puede hacer algo; otra, que la existencia y la muerte son un mero trámite; la última consiste en que jamás se debe despreciar la anciana y pragmática idea de echarle cojones a la vida.
No soy el hombre más propicio de mares y tierras, ni siquiera lo suficientemente compasivo para custodiar la Lágrima. De hecho sólo estoy seguro de tres cosas: una es que por muy mal dadas que vengan, siempre, siempre se puede hacer algo; otra, que la existencia y la muerte son un mero trámite; la última consiste en que jamás se debe despreciar la anciana y pragmática idea de echarle cojones a la vida.
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Mi tripulación y yo nos sabemos sombras en la Luz y luz en las sombras y sin ser los más idóneos, somos lo que hay. Sólo hago conocer al mundo que sombras y Luz existen y que es necesario elegir ser frío o ser caliente, pues los tibios serán por ambas condenados. Suerte".
.Mi tripulación y yo nos sabemos sombras en la Luz y luz en las sombras y sin ser los más idóneos, somos lo que hay. Sólo hago conocer al mundo que sombras y Luz existen y que es necesario elegir ser frío o ser caliente, pues los tibios serán por ambas condenados. Suerte".
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Gracias, querido lector, por su comentario. Le recuerdo que soy yo seguidor suyo y no al revés. Por ello le contestaré en un breve espacio de tiempo.